En esta época de nuestra Venezuela convulsa, la escasez en materia de medicamentos y biológicos como las vacunas también son difíciles de conseguir, por eso es recomendable tomar algunas medidas para evitar que nuestras mascotas se enfermen por la falta de estos biológicos.
Las sugerencias que mencionarè a continuación son las que mejores resultados me han dado hasta ahora:
Desparasitar a nuestras mascotas cada 3 meses o antes si se encuentra en una zona de alta infestación parasitaria. Para determinar la frecuencia es importante que consulte a su médico veterinario. La buena noticia es que estos medicamentos aun son de fácil consecución.
Mantener a las mascotas activas, lo que se traduce en ejercitarlas, esto redundara en beneficio para ellas y nosotros. Mi recomendación es que la primera semana sea por lo menos 2 veces al día con un tiempo mínimo de 10 minutos por sesión, luego aumentar a 15 minutos por sesión en la segunda semana y así sucesivamente cada semana aumentar 5 minutos hasta completar 30 minutos por sesión. Ello dependerá de la edad y condición física de la mascota.
Consultar con tu médico veterinario la conveniencia y factibilidad de aplicar algún inmunomodulador que mantenga los mecanismos de defensa activos para que en caso de que la mascota tenga contacto o se exponga con germenes o virus su cuerpo tenga mayor capacidad de respuesta. En mi caso especifico uso inmunomoduladores homeopáticos que aún se consiguen fácilmente y son económicos. También apoyo con fórmulas de esencias florales que coadyuvan a esta función inmunològica y por su puesto un complemento a las dos anteriores es la terapia de acupuntura, procurando mantener unas defensas altas para evitar males mayores. Sin embargo, reitero que hasta ahora las vacunas son INSUSTITUIBLES.
Por último, quiero decirles que aún con todas estas sugerencias no hay garantía de nada pero recuerden que hay una ley en homeopatía que dice que para que una enfermedad se instale en un cuerpo ese terreno tiene que estar preparado. La idea de estas recomendaciones es mantener al terreno preparado para la salud y no para la enfermedad.
Fue el pasado 17 de agosto de 2016 cuando después de reiteradas reuniones, de iniciativas individuales, etc. un grupo de excelsos entusiastas logramos constituir formalmente y de derecho, la primera Asociación de Criadores de Caballos Criollos Venezolanos (ACCCV).
Aunque ya otras personas habían reconocido la guapeza y nobleza del caballo criollo, (el primero en valorar sus atributos fue el General José Antonio Páez), es a partir de esta fecha cuando se logró aglutinar voluntades con los objetivos de rescatarlo, reproducirlo, seleccionarlo y divulgar todas las propiedades y ventajas de este servidor, que estaba en el anonimato hasta hace poco pero que está presente en el corazón de quien ha logrado poseer un ejemplar y tenerlo a su servicio.
Es el anhelo de cada uno de quienes integramos esta Asociación y de los amigos del caballo criollo llevarlo al sitial de honor que se merece, conservando el prestigio que tiene ancestralmente y resaltando su prestancia a través de nuestro trabajo por selección genética para así tener los productos que nos merecemos y poder sentirnos orgullosos de lo que se produce en Venezuela. Quisiéramos lograr el apelativo de DOC (Denominación de origen controlado) como pudieran también serlo el café y algunos otros rubros, como ya lo poseen el cacao de Chuao, el cocuy de Pecaya y el ron venezolano que tienen fama internacional y son considerados como los mejores del mundo.
Para el año 2016 la junta directiva quedo conformada por las siguientes personas:
Presidente
José Luis Canelón
Vicepresidente
Héctor Jurado
Secretario ejecutivo
Gustavo González
Tesorera
Tere Francis Torrealba
Directores
Daniel Uranga
Alonso Morales
Mario Márques
Henry Martin Caro
Actualmente la Junta está conformada por:
Presidente
Hector Jurado Capecchi
Vicepresidente
Mario Marques
Secretario ejecutivo
Gustavo González
Tesorero
Edgar Martinez
Directores
Adolfo Salazar
Ramón Aldana
Los invito a que se animen y se arrimen a nuestra Asociación para criar y difundir la raza nacional.
ACCCV, ES NUESTRA MEJOR OPCIÓN.
Si estas interesado puedes contactarnos a través de:
Conversando un día con mi querido compadre el Ing. Pablo Carrero Carrera, le comente sobre lo difícil y traumático que es perder a un caballo por la inevitable incidencia del emponzoñamiento ofídico, digo perder porque algunos mueren ipso facto y otros después de ocurrir el accidente sufren amputaciones espontaneas. Es cuando Pablo me dice que a él le ocurría lo mismo con sus vacas, aunado a la imposibilidad de adquirir el suero antiofídico, lo costoso del tratamiento completo y el agravante de que como estos accidentes ocurren a nivel de campo muchas veces no se pueden atender a tiempo y el animal muere indefectiblemente. Es en ese momento cuando él me cuenta que un encargado de la finca le dijo que un familiar sufría mucho con los accidentes ofídicos detuvo la mortalidad y la secuela de los emponzoñamientos administrando jugo de limón. Cuando me manifiesto esto, yo con mi formación científica, le refute diciendo que seguramente los animales que lograron salvarse fueron porque la cantidad de veneno inoculado por la serpiente era poco o que a lo mejor ésta había comido recientemente, por lo cual la dosis inoculada era insuficiente para producir la muerte del animal. Además, le objete que el jugo de limón inyectado intramuscularmente, como me dijo él que se administraba, produciría una inmensa irritación en el tejido del animal… es cuando Pablo me asevera que lo ha aplicado en 5 vacas, 1 perro, todos se han salvado, se encuentran sanos y sin lesiones en el musculo en el cual se inyecto el jugo de limón. Yo vuelvo a rebatir al compadre expresándole que si esto fuese tan efectivo como dice ya estarían aplicándolo a nivel mundial, esto es una práctica empírica. A lo que él me respondió, no sé si lo aplican o no, lo que sé es que a mí me da resultado y desde que lo aplico todos los animales se han salvado.
No puede ser producto de la casualidad que hasta ahora 5 vacas y 1 perro se hayan salvado, pero tampoco puedo dar crédito a esto, además estadísticamente hablando no constituye una muestra representativa.
Les relato que en el campo donde se encontraban unos ejemplares de los caballos criollos habían muerto varios y un buen día me llamó el encargado para comunicarme espantado que al potro Maraquero lo mordió en el corvejón izquierdo una Macagua (Botrox), que está muy hinchado y dolorido. Yo me encontraba lejos de lugar y me planteé usar el limón, no tenía nada que perder, quizás se salvaba. Ante esta situación, en blanco y negro, le dije que exprimiera suficientes limones hasta obtener 20 cc de jugo, que lo colara y luego lo inyectara por via intramuscular. Este encargado más escéptico que yo me dijo pero así se va a terminar de morir y fue cuando yo le dije entonces que se muera pero no va a sufrir. Él, sin esperar más, cumplió con la orden médica. Al día siguiente lo llame para saber cómo seguía el potro y mi sorpresa fue que seguía vivo pero aún muy inflamado. Le pedí repetir la dosis y hacer curas locales con lo que se disponía, agua oxigenada y algún spray cicatrizante, a las 48 horas fue cuando me pude apersonar en el sitio y constate que el potro seguía vivo `pero que se había necrosado, caído todo el tejido blando del corvejón dejando expuesto solo huesos, ligamentos y tendones. Decidí aplicar tratamiento antibiótico y antinflamatorio por 5 días, en resumen, el potro pasó 15 días de convalecencia, perdió mucho peso pero al mes ya era el mismo de siempre. Aproximadamente a los tres meses solo le quedaba una pequeña marca en el corvejón afectado, no podía dar crédito de lo que estaba viendo.
A los pocos días me llamó un amigo para contarme que tenía su caballo en la zona de Caucagua y que éste presentaba emponzoñamiento por Macagua, esta vez en un sitio muy peligroso porque fue en la zona de la cara, mas específicamente en la nariz del caballo. Debo recordar que mientras más cerca de la región cefálica ocurre el emponzoñamiento usualmente es más riesgoso. En ese momento le recomendé que le administrará 40cc de limón por vía intramuscular ya que se trataba de un caballo adulto y el me confeso que por los nervios ya le había administrado cerca de 80cc. Este ejemplar tuvo una inflamación tan grande que su cabeza parecía la de un monstruo, el resto del tratamiento continuó con antibióticos de amplio espectro para evitar infecciones secundarias, antinflamatorios y curas locales. Lo cierto del caso es que su caballo también se salvó.
Así fueron sucediéndose caso tras caso, hasta tener 5 sobrevivientes, lo cual no constituye una casualidad sino una causalidad. El más reciente caso clínico de emponzoñamiento que vi fue hace un mes de un perro en El Hatillo, Caracas, cuyo propietario me llamo para decirme que su mascota fue mordida por una culebra, le pregunte que como sabía que fue así y él me respondió que el perro estaba postrado, con un par de agujeros en el miembro anterior derecho. Lo cual indicaba que fue una serpiente solenoglifa, como la cascabel o la mapanare. La recomendación fue la misma, en este caso 5cc de jugo de limón intramuscular y a las 48 horas el perro ya estaba recuperado, solo persistía una claudicación de 3er grado que a los días desapareció.
Consciente estoy que estas observaciones no constituyen un trabajo científico y que por el contrario están más cerca de un trabajo empírico, sin embargo, les recuerdo que la medicina es hija de la observación empírica y no me corresponde a mi como practicante de la medicina veterinaria investigar el cómo y por qué de la efectividad del jugo de limón. Sólo puedo asegurar que en los casos en que he tenido que indicarlo todos, hasta ahora, han sobrevivido.
Seguro estoy que el amable lector que desafortunadamente tenga un accidente ofídico, se pasea por la escasez, la imposibilidad de conseguir la antivenina, el no hacer nada, dejarlo morir aún con atención médica o incluso tener que sacrificar a su animal, pero ahora cuenta con otra opción, usar la alternativa del jugo de limón.
Yo en lo personal y como lo mencione antes, seguiré usándolo, si bien esto no es estadísticamente representativo en esta oportunidad mis animales y yo nos jugamos el 100 por ciento apostándole a la vida… y ganamos.
Para mí comentarles este tema es hablarles de las causalidades que ocurren en mi consulta todos los días y que son el hallazgo de una patología que sufre tanto el propietario como su mascota,la patología del vínculo o de la relación(somatización). Entendiéndose por ella como el proceso mediante el cual una persona o mascota, manifiesta una patología orgánica, causada por una emoción o un pensamiento que no ha logrado ser canalizado correctamente por el individuo (propietario).
En esta emisión de energía, producto de los pensamientos y emociones, se cuenta con un individuo receptor que usualmente son nuestros hijos o nuestras mascotas. Ellos, por ser individuos psíquica y energéticamente puros, son susceptibles a estas energías que consciente o inconscientemente se envían día a día con nuestra forma de pensar y con nuestra forma de actuar.
También es importante reconocer, que la casualidad en el mundo energético no existe, ya que toda acción conlleva a una reacción y como es arriba es abajo y como es adentro es afuera. Es por esta razón, que ha llegado la hora de reconocer que todo cuanto nos ha ocurrido, nos está ocurriendo y nos está por ocurrir, es nuestra responsabilidad o en su defecto nuestra co-responsabilidad. La invitación es a que reemplacemos la palabra casualidad porcausalidad, para comenzar así y de una vez por todas a tomar las riendas de nuestras vidas y no seguir buscando afuera lo que realmente vive dentro de nosotros. Inclusive, la psicosomática, ha tipificado las regiones topográficas y áreas anatómicas de los individuos afectados por el proceso de la somatización.
Es conveniente entonces, entender que muchos de los problemas de nuestras mascotas no son solo de ellas sino que los propietarios están relacionados con estas patologías. Por eso, frecuentemente en la consulta se ve que un paciente está padeciendo de algún problema que por lo general el dueño también la está padeciendo o la ha padecido o está por padecerla.
Aquí prosigue la gran labor del médico veterinario, ya que sin olvidar el problema orgánico que aqueja a nuestros pacientes, podemos trabajar con el propietario la emoción que subyace en la patología de la mascota y así tratar lo que yo llamo la patología del vínculo o de la relación, logrando sanar tanto a nuestros pacientes como a sus dueños y a su entorno.
Esto y mucho más, está contenido en mi más reciente obra:
En tiempos pasados, así como en los actuales, enfrentamos momentos y situaciones que en mayor o en menor grado nos afectan en nuestro mundo emocional y este grado de afectación va a depender directamente del colorido que nosotros como seres vivos le damos a esta emoción o a esta constelación de emociones que se generan con una u otras situaciones puntuales del presente, del pasado o porvenir en un futuro. Comúnmente estas situaciones se pretenden resolver solo con el intelecto y se olvida que somos seres humanos y no máquinas, que sentimos y actuamos o dejamos de actuar en base a estas, que precisamente nos han dado la vida y los bemoles que esta conlleva.
Es aquí donde las terapias florales juegan un rol importantísimo, ya que canalizando apropiadamente una o varias emociones que nos agobian, consciente o inconscientemente, se puede pasar de un plano netamente improductivo a otro realmente productivo. Para citar un ejemplo cotidiano es bueno ilustrar el supuesto éxito que pudiera tener cualquiera de nosotros en el ámbito profesional o laboral, en donde pudiéramos estar realizados o realizándonos profesionalmente obteniendo buenos cargos, buenos sueldos o buenos honorarios, pero cuando se trata de compaginar ese éxito parcial de nuestra vida profesional con lo que es nuestra vida personal, encontramos que algunas veces ese supuesto éxito no es tan así.
El éxito como tal debe existir como una cadena de eventos productivos y prósperos en cada aspecto de nuestras vidas, así tenemos que un individuo realmente exitoso, quiere y tiene buena productividad en los negocios, en su relación de pareja, en sus relaciones interpersonales, etc. produciendo así: dinero, salud, belleza, orgasmos, abrazos, etc.
Es en este aspecto, un poco dejado de lado, donde el manejo productivo de nuestras emociones juega un papel fundamental en la consecución de nuestro éxito global, y ni que decir de la aparición de enfermedades o molestias orgánicas y/o psicosomáticas que hablan por sí solas de nuestra improductividad en el ámbito de nuestra salud. La terapéutica floral es una herramienta de extraordinaria importancia para la canalización productiva de nuestras emociones, juega un papel protagónico como terapia complementaria o incluso en algunos casos como única terapia para alcanzar nuestra armonia como un todo en lo productivo.
Hace un par de años, viendo un programa llamado “Los Maestros” sobre el Dr. Emilio Solanet, trasmitido por The History Channel, a quién se le da el título del Padre de la Raza Caballar Criolla Argentina, entre otros, tuve la oportunidad de ver a un domador, el Sr. Oscar Scarpati Schmid, comentando sobre las bondades del caballo criollo y hacía una demostración de lo que hacían los indios ranqueles con sus caballos. Es en ese momento cuando decido investigar un poco sobre este tipo de doma y logro hacer contacto posteriormente con ellos: La Tribu Scarpati.
Decido asistir a Argentina a uno de sus cursos intensivos de una duración de tres días en el mes de septiembre de 2007. En su acogedor campo El Durazno, en la provincia de San Luis a unos 800 km de Buenos Aires. En esa oportunidad me impartió Cristóbal Scarpati (hijo de Oscar) todos los rudimentos que se pueden obtener en un nivel I de este tipo de doma.
Es aquí cuando me entero que los indios ranqueles tuvieron una cultura ecuestre impresionantemente dúctil, efectiva, natural y que prácticamente desaparece con el genocidio que se llevo a cabo en los siglos pasados. Quizás el único o uno de los pocos indios que conservó esa cultura fue el señor Cristóbal Luna, maestro quien trasmitió al Sr. Oscar Scarpati, en una forma vivencial acompañado con una profunda filosofía y forma de ver el mundo, todo o casi todo lo que sabía de la manera de ver, domar y vivir con el caballo. Este animal fue su compañero y a la vez le sirvió de transporte, de arma de guerra y hasta de alimento, ya que el indio en el desierto bajo profundas deshidrataciones supo beber su sangre sin provocar patologías en el caballo. También supo comer su carne en ciertas ocasiones ya no para saciar su apetito, ni por meras razones nutricionales sino para incorporar el espíritu del caballo a su propio ser.
En este primer viaje de 2007 el basamento era aprender que un caballo salvaje en esencia tiene tres características: es miedoso, es cosquilludo y es empático.
1. En cuanto al miedo, esta es la característica emocional más destacable de esta especie. El miedo, viene de su condición de presa, ya que el caballo tiene todos sus sentidos adecuados y desarrollados junto con su aparato locomotor para la huida, y éste constituye el primer mecanismo de defensa del animal. Sabiendo esto, lo primero que se debe hacer con un caballo sin domar es enseñarle que aunque el humano es un predador, no estamos con él para comérnoslo o hacerle daño.
2. Las cosquillas, el caballo siente muchas cosquillas, con lo cual es menester desensibilizarlo, para que pueda aceptar nuestras caricias y señales, tanto de las manos así como de nuestros pies en el momento de montarnos sobre él.
3. Es empático, como vive en manadas y es una presa, debe saber leer muy bien el lenguaje corporal de sus congéneres para pastar, abrevar, huir, reproducirse, estando siempre alerta y en guardia de los movimientos y situaciones del grupo para la escapada o huida.
Después de todo ésto cabe la pregunta ¿cómo hicieron los indios ranqueles para domar su primer caballo?. Hay que destacar que con la llegada de los conquistadores a las Américas, reintrodujeron al caballo y éste encontró aquí un clima y unas pasturas con todo un ecosistema que produjo un crecimiento reproductivo de esta especie en una forma exponencial. No en vano lo que hoy se conoce como la provincia de San Luis en Argentina era la nación Ranquel, la cual también era llamada tierra de caballos.
El indio, como parte de la naturaleza y como ser netamente ecológico, pudo observar de una forma integral, qué comía, qué bebía y cómo se comportaba el caballo. Convirtiéndose así en un etólogo (especialista en el comportamiento animal). Así pudo ver que algunas manadas de caballos buscaban frecuentemente zonas en donde las sales minerales le suplían de esos nutrientes esenciales. A esas zonas o lamederos, los indios muy sigilosamente comenzaron a colocar los primeros palos o ramas, uno a la vez, para que los caballos no apreciaran tantos cambios, un palo y una rama hoy, otro la próxima semana, y así para que los caballos que iban a lamer las sales no se ahuyentaran, hasta que en un momento determinado, ya tenían construido un corral redondo pero sin puertas. Cuando lo caballos entraban, también podían salir a su antojo, cuando estaban acostumbrados a este corral rudimentario de ramas, los indios ponían un cuero de algún animal dentro del corral y debajo del cuero a un niño o adolescente de baja estatura. Al entrar estos animales a lamer las sales, este indio escondido salía de debajo del cuero y cerraba la única entrada que tenía dicho corral.
Los caballos permanecían allí por espacio de 48 horas, al término de las cuales los indios le traían agua y pasto. Este encuentro se hacia de forma armónica para no despertar pánico en los caballos y así estos comenzaban a perderle el miedo al hombre porque lo veía como un proveedor de alimentos y no como un predador. Así comenzaron a disminuir las distancias entre caballo y hombre, hasta que en un período corto de tiempo el indio ya podía tocarlos y acariciarlos. Es aquí donde comienza todo el proceso de la doma.
Las enseñanzas que impartió el indio ranquel, el Sr. Cristóbal Luna al Sr. Oscar Scarpati, cuando éste último tenia apenas 8 años de edad, no alcanzarían en éste ni en otros artículos para contárselos ya que estamos hablando de toda una sencilla pero profundísima forma de ver la vida, tanto con el caballo como a través del caballo.
En este segundo viaje que acabo de realizar a la nación ranquel San Luis (sept-octubre 2008), tuve el honor de conocer a Oscar Scarpati, con quien pude compartir conceptos y vivencias, que sumados forman una vasta experiencia. Oscar Scarpati pudo vivir y aprender toda esta experiencia por trasmisión oral como gran parte de las culturas indígenas del mundo, es por esta razón que el Sr. Scarpati decide hacer un tributo a su maestro y organiza una metodología, una cronología y porque no decirlo hasta un pequeño tratado de etología para poder así impartir estas enseñanzas que él denomina doma india. Todo esto para honrar tanto a su maestro como a estos cultores de la vida: los indios ranqueles.
El método en sí
En nuestra época moderna, según el Sr. Scarpati todo aquel profesional que pretenda ejercer su profesión u oficio, debe poseer no sólo el conocimiento, sino también los implementos necesarios para poder llevar a cabo su trabajo. Por ejemplo, un cirujano debería tener su instrumental quirúrgico para poder realizar en una forma poco riesgosa la cirugía que se propone a hacer. Es así como alguien que pretende domar, debería tener al menos una manga, un corral redondo, un cabestro y un bozal. Todos estos instrumentos están destinados a acortar los tiempos de doma y dar seguridad al caballo y al domador, sin afectar la psicología del caballo, dejándolo prácticamente intacto y sin traumas, convirtiéndolo en un aliado y amigo a base de persuasión y seducción, para que en menos tiempo transformemos a este animal miedoso, cosquilloso y empático en el compañero que siempre quisimos.
En este segundo viaje es cuando complemento esta enseñanza y metodología o, mejor aún, otra forma de ver al hermano caballo y su doma. La Tribu Scarpati decide hacer un programa con tiempos y espacios adaptándolos a nuestra vida civilizada para poder llevar a cabo la doma y ésta consta de tres niveles. Primer nivel, pasada por manga, quitar miedos, descosquillar, colocar bozal y cabestro. Segundo nivel, corral redondo, acortar distancias, seguir desconsquillando, primeras montadas a pelo y ensillar. Tercer nivel, caballo ensillado, bridón y primeras nociones de riendas.
La metodología, que según Scarpati, es más filosófica que matemática, y con la cual yo Héctor Jurado estoy totalmente de acuerdo, se puede resumir a grosso modo en unos quince pasos. Debo aclarar que éstos son de mi propia elaboración a fin de fijar el conocimiento y a los efectos de poder explicar en éste o cualquier otro artículo el proceso de doma paso a paso.
Los pasos
1. Este primer paso consiste en hacer pasar a los caballos por la manga varias veces en forma cordial y silenciosa hasta que pierdan el miedo a este túnel hecho por el hombre. Se logra en aproximadamente tres a cinco veces consecutivas. El fin de este ejercicio es evitar que una vez que estén encerrados en la manga los caballos no sientan la necesidad de brincar y entrar en pánico.
2. Encerrar en la manga no más de dos o tres caballos. Una vez encerrados ir reduciendo la distancia entre el animal y el hombre hasta poderles tocar y acariciar. Esto se hace de forma lenta y progresiva hasta que el caballo y el hombre toman confianza el uno en el otro y allí mismo se comienza a perder la cosquilla.
3. Una vez medianamente acariciado el caballo y habiendo perdido algo de cosquillas debe ser nuevamente acariciado con el bozal, hasta lograr con mucha calma pero con decisión colocarlo correctamente en su cabeza.
4. Acto seguido, pero dejando un espacio de tiempo, para que el caballo se adapte a este nuevo adminículo, se coloca el cabestro o ronzal al bozal colocado previamente.
5. Luego de todo esto, se suelta al caballo en el corral redondo con su bozal y cabestro colocado.
6. Se dejan en el corral por 24 horas o sea hasta el día siguiente pero con comida y agua. El objetivo de este paso es hacer que el caballo se pise por si sólo el cabestro con sus patas y manos y comience a sentir y aprender que existen algunos límites, pero esta vez por sus propios medios.
7. Al día siguiente, el domador entra al corral y hace que el caballo de algunas vueltas y lo hace parar en el mismo sitio que eligió imaginariamente, no donde el caballo quiera parar.
8. Hacer girar en dirección contraria unas cuantas vueltas hasta que le inducimos que pare donde el domador decida que va a parar.
9. Desde ahí y con el caballo quieto, el domador con una actitud serena, tranquila, pero con decisión, va acortando la distancia entre él y el caballo, hasta lograr tocarlo. En este punto es importante recalcar que el domador, debe dejar fuera del corral toda actitud de impaciencia y ansiedad, ya que estos son los peores enemigos de alguien que pretenda construir de ahora y para siempre una amistad. Una vez tocado el caballo, este paso, se subdivide en dos: el primero, es dejar al caballo quieto, separándose de él, como para permitirle que asimile todo lo ocurrido, en caso de que esté todavía algo inquieto y con miedo. El segundo, es tomar al caballo del cabestro, si es que éste esta relativamente relajado y tranquilo. Estos dos pasos, van a estar en absoluta dependencia del temperamento del caballo y de la experiencia del domador.
10. Si lo que escogimos, fue el primer paso del punto 9, o sea, nos separamos del caballo y lo dejamos tranquilo, ahora debemos acercarnos nuevamente de forma serena, acariciar de nuevo al caballo y tomar el cabestro.
11. Es aquí en donde con el cabestro tomado, reiniciamos el proceso de toques y caricias que se había comenzado el día anterior en la manga para quitar cosquillas, hasta que el caballo las acepte y literalmente, llegar a abrazarlo. Es de suma importancia en este paso tocar y acariciar la cabeza del caballo hasta que se convierta en una sensación agradable para él.
Una de las formas de saber que el caballo esta agradado y cómodo es su lenguaje corporal, este estará en una posición relajada y con alguna frecuencia se le observará el acto de mascar.
12. Ya aquí, a estas alturas, ha transcurrido un tiempo que en un domador avezado pudiera ser entre 10 y 30 minutos. Es en este momento donde tomado el caballo del cabestro se le induce a caminar y parar, luego a caminar y pasar al trote y frenar con la acción del cabestro y el bozal, todo esto pie a tierra y a ambos lados. Cuando estos pasos se han cumplido, comenzamos a dar pequeños saltos al lado del caballo y él debe quedarse tranquilo, esto para habituarlo a lo que será el próximo paso.
13. Ya en uno de estos saltos y con el caballo acostumbrado a estos, con el cabestro tomado de la mano izquierda nos subimos de un salto hacia la cruz del caballo y permanecemos con nuestro abdomen sobre la cruz, esperamos que se quede quieto, lo acariciamos y nos bajamos.
14. Repetimos la operación hasta que el caballo lo vea como algo natural y que además no le produce ni dolor ni daño y a ,si permanece quieto.
15. Nuevamente subimos al caballo y tanto caballo como domador están preparados para pasar la pierna derecha con mucha delicadeza sobre su lomo y montar enhorquetados o sea a horcajadas sobre el lomo del caballo a pelo.
Los pasos que siguen son: presentar aperos, mantas, sudaderos, montura y riendas, para seguir con pasos que son comunes o parecidos a otros métodos de doma racional o natural. Es de hacer notar, que hasta aquí el caballo ya ha aprendido a través del cabestro y el bozal a ir al paso, trote y galope a ambas manos y además a frenar y recular. Ya adquirió confianza en su domador y no siente necesidad de patear, manotear ni morder y mucho menos corcovear.
Con un tiempo prudencial y relativo, como es lógico en todo proceso biológico, se le colocará un bridón en la boca del caballo y las respectivas riendas, para ir haciendo la boca del caballo, todavía con la ayuda del bozal hasta que este último no sea necesario y podamos prescindir de él.
En la época cuando esta gran cultura ecuestre existió, el indio carecía de bridón o filetes o de cualquier otro tipo de embocadura, pero podía conducir a su caballo con una perfección asombrosa sólo con el bozal y las riendas. En algunos casos a sus caballos de guerra ni siquiera con éste último, solo con sonidos y posturas corporales y piernas.
Con todo esto pretendo dejar claro que en estas cortas líneas seolo quiero dar a conocer un pequeño esbozo de lo que fue la cultura ecuestre Ranquel y no hacer de estas un tratado de doma india, ya que sería muy difícil, sino imposible describir realidades sin un caballo, una manga, un corral redondo, un bozal, un cabestro y las ganas de domar. Les aseguro que con estos pasos que describo escuetamente, se encontrarán con gratas sorpresas acerca de ustedes como personas y nuestro más noble compañero y amigo: El Caballo.
Poco se ha documentado a lo largo de nuestra historia patria acerca de este “amigo y compañero “, pieza táctica como en el juego de ajedrez. Para ser mas preciso, hasta donde mi poco conocimiento me permite, fue el General J.A. Páez en su autobiografía quien relata la braveza de este noble animal en todas sus batallas y acciones durante la guerra independentista. Posterior a él, es decir, más de 100 años después, hay trabajos de investigación y/o tesis para optar al grado de Doctor en Ciencias Veterinarias realizadas por los bachilleres Raúl de Armas y Eduardo Larrazábal Eduardo, en relación a nuestro Criollo.
Hace aproximadamente cinco años en una conversación me preguntaron si estaba en la disposición de apoyar un proyecto búsqueda de Caballos Criollos. Fue la mecha que encendió la pasión y revivió mis recuerdos de niño por nuestro caballo criollo; donde aprendimos a montar, caernos, arrear ganado y todo lo relacionado con el trabajo de llano durante el tiempo de vacaciones que estuviéramos en el hato.
En ese recorrer buscando información, contactando personas que pudieran tener mayor información y experiencia respecto al tema, gracias a mi amigo Luis Eduardo Palacios, logre conocer a dos de las personas que mas se han dedicado al rescate, selección y preservación de nuestro Caballo Criollo Venezolano; ellos son José Luis Canelón Pérez y Héctor Jurado Capecchi, hoy en día grandes amigos.
Resulta que a pesar del descuido, falta de información, novelería o como se quiera llamar; hemos dejado en el abandono a nuestro noble Criollo desde hace mucho tiempo. Sin embargo el sigue aquí con nosotros desde hace mas de 500 años, brindándonos siempre lo mejor, además de estar en peligro de perderlo para siempre.
Es por esta razón, además de lo antes mencionado, que concertamos entre varias personas de diferentes regiones del país que tuvieran nuestra misma inquietud respecto a rescatar, preservar y fomentar los pocos reductos de este aliado incondicional.
A tal efecto, el día 11 de Abril de 2015 tuvo a lugar una reunión la cual resultó como Asamblea para constituir formalmente la Asociación de Criadores de Caballos Criollos Venezolanos, ente que regirá formalmente todo lo relacionado con Nuestra Raza; cría, fomento, registros genealógico, evaluación de ejemplares, realización de eventos, etc. Principalmente para salvarlo de su extinción y luego para darle el merito que se merece no solo por nuestra libertad sino también que sin él nuestra ganadería estaría casi extinta peor aun de lo que ya se encuentra .